INSTRUCCIONES PARA ASISTIR A UN RECITAL POÉTICO
(Para Poetas Tue Tues)
Siempre que una Poeta Tue Tue es invitada a un recital poético en otra ciudad, debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. La principal sugerencia que debe tener en cuenta toda poeta Tue Tue, es preparar con anterioridad el material que va a leer para evitar en primer lugar, que a pocos minutos de la salida del bus, tenga que buscar un cíber en donde imprimir y , en segundo lugar, para impedir el cobro excesivo de cien pesos por hoja impresa que hará el lánguido adolescente que le atenderá y quien, presumiblemente, tiene complejo de “pulpo”, no sólo por lo caro de la impresión sino porque debe atender a cinco personas a la vez y, por lo mismo, ha tratado de entregarle un vuelto de cinco mil pesos antes que usted haya pagado el servicio.
2. Acordar hora y lugar precisos para encontrarse con otra (u otras) poeta(s) Tue Tue. Por más lógica que parezca esta sugerencia, ha habido poetas que simplemente la han obviado, debiendo pasearse inútilmente entre los andenes del Terminal de buses contando hombres calvos, mujeres tuetonas, jóvenes mochileros o cualquier otra cuenta absurda que les haya servido de excusa para matar el tiempo, antes de que fuera el tiempo el que matara de aburrimiento a la Tue Tues que esperaban, cada una en un lugar distinto, pero dentro del mismo recinto.
3. Informarse previamente del clima que posee la ciudad a la cual se dirige; por supuesto, todas las precauciones son válidas para no andar entumida o consiguiéndose echarpes, chalecos o paraguas que probablemente pierda sin haber ocupado, porque eso de que en lo ajeno reina la desgracia es efectivamente porque la desgracia reina en lo ajeno.
4. Evitar subirse a un bus en forma demasiado anticipada, aunque el bus ocupe el andén 24, que es el que correspondería a los buses a NUEVA BILBAO. Si usted sube quince minutos antes, corre el riesgo de tener que bajarse a los cinco minutos de iniciado el viaje, al descubrir que ese bus no se dirigía a NUEVA BILBAO sino a ILOCA y, lo que es peor, tal vez tenga que correr en plena hora de la canícula, con pasaje y poemas en una mano, monos y petacas en la otra, y sudando la gota gorda para lograr alcanzar el bus que sí va a NUEVA BILBAO.
5. Tomando en cuenta la instrucción anterior, evite leer poemas en el bus durante los primeros diez minutos de viaje, ya que puede ocurrir que, mientras usted vuela entre versos e imágenes poéticas, el bus “vuele” a lugares impensados, transformando un simple viaje a un lugar X en una verdadera Ítaca, convirtiéndose usted en un auténtico e inmortal Ulises de las costas del Maule.
6. Informarse bien del horario en el cual comenzará el evento, pues eso quiere decir que usted puede llegar tranquilamente media hora más tarde y aún así se encontrará con que recién estarán instalando los parlantes y probando micrófonos para el desarrollo del recital. Claro que esto tiene su lado entretenido porque indudablemente puede usted pasearse por el escenario, tomar fotografías, conversar con otros invitados, informarse de quién es quién (por ejemplo: quién ese caballero de barba y guitarra que recién probó el micrófono cantando como los dioses; o quién es esa amable señora de pelo corto; quién, el sereno hombre con sombrero alón que toma fotografías a una muchacha pelolais allí frente al río) y recordar que la vida es así y que no podemos andar exigiendo perfección en un mundo que fue creado apenas en seis días y en el cual, de acuerdo a mi interpretación del génesis, el hacedor dedicó un espacio para la reflexión recién en el séptimo día.
7. Si ya se encuentra usted en el escenario evite en lo posible las siguientes acciones: cuchichear con su vecino emitiendo improperios porque tiene los pies congelados de frío o está que se orina, hojear libros desesperadamente buscando aquel poema comodín, doblar y desdoblar hojas intentando acomodar de mejor manera los textos que va a leer, sacar el envoltorio de ese delicioso caramelo mentolado que le quitará sequedad de la boca o evitará la inminente y traicionera tos (recuerde que el micrófono que se encuentra a pocos centímetros de usted reproducirá -en cada rincón del pueblo- todos los sonidos que capte)
8. Si se encuentra en el escenario a un par de minutos de ser llamado a recitar y se da cuenta de que no ha traído sus quevedos, resígnese; como ya es tarde para andar consiguiéndose unos, no le quedan más que dos alternativas: o se retira del escenario fingiendo un ataque repentino de pánico escénico o simplemente lee recordando de memoria los versos escritos, tomando en cuenta que si se equivoca nadie lo notará, porque los demás desconocen el texto original que sólo usted posee (para una poeta Tue Tue esta última alternativa es más digna que la primera).
9. Si después de realizado el recital es invitado a tomar un café, cerciórese de que el local para fumadores que eligió incluya a los fumadores de pipa, lo cual evitará la súplica al jefe del local para que le permita fumar pipa o la consiguiente PLR que dará o recibirá dependiendo de su capacidad física.
10. Si al día siguiente visita un restaurante junto al mar que lo deja extasiado con la vista panorámica que ofrece (olas que van y vienen, gaviotas pescadoras que suben y bajan, autos último modelo que vienen y van) no olvide llevar un pequeño y valioso adminículo que le será de mucha utilidad, me refiero a un matamoscas; si hay algo que alabarle a las moscas es su carácter democrático.
(Para Poetas Tue Tues)
Siempre que una Poeta Tue Tue es invitada a un recital poético en otra ciudad, debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. La principal sugerencia que debe tener en cuenta toda poeta Tue Tue, es preparar con anterioridad el material que va a leer para evitar en primer lugar, que a pocos minutos de la salida del bus, tenga que buscar un cíber en donde imprimir y , en segundo lugar, para impedir el cobro excesivo de cien pesos por hoja impresa que hará el lánguido adolescente que le atenderá y quien, presumiblemente, tiene complejo de “pulpo”, no sólo por lo caro de la impresión sino porque debe atender a cinco personas a la vez y, por lo mismo, ha tratado de entregarle un vuelto de cinco mil pesos antes que usted haya pagado el servicio.
2. Acordar hora y lugar precisos para encontrarse con otra (u otras) poeta(s) Tue Tue. Por más lógica que parezca esta sugerencia, ha habido poetas que simplemente la han obviado, debiendo pasearse inútilmente entre los andenes del Terminal de buses contando hombres calvos, mujeres tuetonas, jóvenes mochileros o cualquier otra cuenta absurda que les haya servido de excusa para matar el tiempo, antes de que fuera el tiempo el que matara de aburrimiento a la Tue Tues que esperaban, cada una en un lugar distinto, pero dentro del mismo recinto.
3. Informarse previamente del clima que posee la ciudad a la cual se dirige; por supuesto, todas las precauciones son válidas para no andar entumida o consiguiéndose echarpes, chalecos o paraguas que probablemente pierda sin haber ocupado, porque eso de que en lo ajeno reina la desgracia es efectivamente porque la desgracia reina en lo ajeno.
4. Evitar subirse a un bus en forma demasiado anticipada, aunque el bus ocupe el andén 24, que es el que correspondería a los buses a NUEVA BILBAO. Si usted sube quince minutos antes, corre el riesgo de tener que bajarse a los cinco minutos de iniciado el viaje, al descubrir que ese bus no se dirigía a NUEVA BILBAO sino a ILOCA y, lo que es peor, tal vez tenga que correr en plena hora de la canícula, con pasaje y poemas en una mano, monos y petacas en la otra, y sudando la gota gorda para lograr alcanzar el bus que sí va a NUEVA BILBAO.
5. Tomando en cuenta la instrucción anterior, evite leer poemas en el bus durante los primeros diez minutos de viaje, ya que puede ocurrir que, mientras usted vuela entre versos e imágenes poéticas, el bus “vuele” a lugares impensados, transformando un simple viaje a un lugar X en una verdadera Ítaca, convirtiéndose usted en un auténtico e inmortal Ulises de las costas del Maule.
6. Informarse bien del horario en el cual comenzará el evento, pues eso quiere decir que usted puede llegar tranquilamente media hora más tarde y aún así se encontrará con que recién estarán instalando los parlantes y probando micrófonos para el desarrollo del recital. Claro que esto tiene su lado entretenido porque indudablemente puede usted pasearse por el escenario, tomar fotografías, conversar con otros invitados, informarse de quién es quién (por ejemplo: quién ese caballero de barba y guitarra que recién probó el micrófono cantando como los dioses; o quién es esa amable señora de pelo corto; quién, el sereno hombre con sombrero alón que toma fotografías a una muchacha pelolais allí frente al río) y recordar que la vida es así y que no podemos andar exigiendo perfección en un mundo que fue creado apenas en seis días y en el cual, de acuerdo a mi interpretación del génesis, el hacedor dedicó un espacio para la reflexión recién en el séptimo día.
7. Si ya se encuentra usted en el escenario evite en lo posible las siguientes acciones: cuchichear con su vecino emitiendo improperios porque tiene los pies congelados de frío o está que se orina, hojear libros desesperadamente buscando aquel poema comodín, doblar y desdoblar hojas intentando acomodar de mejor manera los textos que va a leer, sacar el envoltorio de ese delicioso caramelo mentolado que le quitará sequedad de la boca o evitará la inminente y traicionera tos (recuerde que el micrófono que se encuentra a pocos centímetros de usted reproducirá -en cada rincón del pueblo- todos los sonidos que capte)
8. Si se encuentra en el escenario a un par de minutos de ser llamado a recitar y se da cuenta de que no ha traído sus quevedos, resígnese; como ya es tarde para andar consiguiéndose unos, no le quedan más que dos alternativas: o se retira del escenario fingiendo un ataque repentino de pánico escénico o simplemente lee recordando de memoria los versos escritos, tomando en cuenta que si se equivoca nadie lo notará, porque los demás desconocen el texto original que sólo usted posee (para una poeta Tue Tue esta última alternativa es más digna que la primera).
9. Si después de realizado el recital es invitado a tomar un café, cerciórese de que el local para fumadores que eligió incluya a los fumadores de pipa, lo cual evitará la súplica al jefe del local para que le permita fumar pipa o la consiguiente PLR que dará o recibirá dependiendo de su capacidad física.
10. Si al día siguiente visita un restaurante junto al mar que lo deja extasiado con la vista panorámica que ofrece (olas que van y vienen, gaviotas pescadoras que suben y bajan, autos último modelo que vienen y van) no olvide llevar un pequeño y valioso adminículo que le será de mucha utilidad, me refiero a un matamoscas; si hay algo que alabarle a las moscas es su carácter democrático.